El Negro es la ausencia de color. ¿La oscuridad es la ausencia de la vida? Temes encontrarte con algo que no quieres ver a la luz. Caminar a ciegas es retar a la suerte, o tal vez, someterse a ella, dejarse caer. El Miedo es combustible, adrenalina pura para el ingenuo que cree poder manejarlo. En realidad, el Miedo es un ente poderoso, ente que se apodera de ti, haces lo que quiere que hagas. La oscuridad cobra vida entonces. No es ausencia de la vida, es vida misma. Vida dentro del mundo que no ves, que no sientes, que no esperas. Pero además es refugio. Lo sombrío nos da una oportunidad para ser nosotros mismos, sin que los demás nos vean. Las sombras caminan y se acercan porque la oscuridad es propicia para el embuste, para la trampa, para sacar de nosotros al Marqués de Sade. Sensaciones, emociones, sentimientos, miedo, pasión, amor, perversión, todo encuentra en la oscuridad de la noche, o en la ausencia del color, el espacio adecuado, el campo abierto para ser. Los hombres le temen a la noche, porque temen encontrarse con ellos mismos.
Peur(s) Du Noir, es una película de animación francesa, realizada en el 2008. Para variar, no fue vista en el Perú, ni tampoco tendría por qué haber sido. Ya conocemos los gustos mercachifleros de nuestros cinemarks, cineplanets y uvks. La película es el resultado del esfuerzo de un conjunto de directores: Christian Hincker –A.K.A. “Butch”-, Charles Burns, Marie Caillou, Pierre Di Sciullo, Lorenzo Mattotti y Richard McGuire; además, cuenta con la participación, en voces, de un grupo de actores encabezado por el difunto hijo de Gerard Depardieu, Guillaume Depardieu, además de Aure Atika, Arthur H, François Creton, Nicole Garcia, Louisa Pili, Christian Hecq, y otros más.
Está dividida en cuatro historias, atravesadas por una quinta historia que la comienza y que continúa insertándose en los intermedios entre cada una de las historias. Para mí, es la historia más perturbadora -y la mejor-. Retrata el disfrute de la violencia y el abuso por parte de uno de los personajes –paradójicamente, vestido como un aristócrata del siglo XVIII–, que utiliza a sus cancerberos para infringir dolor en sus víctimas, y gozarlo. El trazo con el que se dibuja al personaje es aterrador: sus sonrisas retorcidas, la forma ofidia de los ojos. Otro elemento principal de la historia es el trazo a grafito puro del escenario en el que se desenvuelve la historia. También se presta a la causa. Se puede ver en el rostro del personaje, y en sus acciones, violencia, sadismo, terror, perversión, y, sobretodo, poder. Es, simplemente, una excelente historia.
“Me temo que sería difícil mostrar la superioridad de la civilización occidental a un aldeano afgano que esté viendo televisión conmigo”. Pero la historia mencionada atraviesa a varias. La primera nos habla de un niño apasionado por la ciencia, por la taxidermia y el estudio de los animales, insectos para ser más precisos. Esta fascinación lo llevará a capturar a un espécimen raro, antropoforme, que escapará y será su tormento en los días venideros. La historia tiene claras referencias a La Metamorfosis de Kafka, pero no llega a ser un reclamo encendido a la sociedad, lo cual no quita tu originalidad. “Lo puro nos amenaza”. La segunda entrega nos cuenta la historia de una niña nueva en una comunidad. Extranjera, por lo tanto víctima per se de torturas por parte de los niños del colegio que la ven como una intrusa, como un objeto violentable por su condición. Hasta ahí parecería ser un alegato animado contra la discriminación por el lugar de origen, contra la xenofobia. Sin embargo, la realidad que se nos presenta no es tal, y en la historia cobran importancia los primeros detalles de la misma. “El hombre es un lobo para el hombre, pero el lobo no es un lobo para el lobo”. La tercera historia trata sobre la aparición de una bestia en una pequeña campiña francesa, aparición que coincidirá con la misteriosa desaparición de un joven, y de su recuerdo por parte de un amigo.
La cuarta, y última, historia, acaso la segunda mejor lograda, a mi entender, nos presenta a un viajero solitario en medio de una tormenta de invierno que lo llevará a buscar refugio en una casa aparentemente abandonada. El uso de los dibujos, a veces haciendo las veces de primera persona, a veces como observadores, es magistral. No recuerdo muchos ejemplos parecidos. La historia también es cautivante. Nos atrapa la curiosidad que despierta el color negro, la oscuridad, la ausencia de luz y conocimiento; el personaje va descubriendo habitaciones de la casa, la ansiedad por saber lo que está detrás u ocultándose en medio de la ausencia de luz nos gana la partida.
Miedo a fracasar, miedo a asumir roles, miedo a ser uno mismo, miedo a caminar por la vida, miedo a crecer, miedo a morir, miedo a la soledad, miedo a comprometerse, miedo a la sociedad, miedo a la gente, miedo a las diferencias… Miedos míos, tuyos y de ellos. El Miedo es un ser vivo. Y la película lo demuestra.
COMO QUE NO FUE VISTA??..NO QUISIERON VERLA...LA PASAMOS EN LA UTP EN JUNIO DEL AÑO PASADO...Y NO SE, DE REPENTE NOS ANIMAMOS A PASARLA DE NUEVO...
ResponderEliminarYa ves! He dicho Cineplanets, Cinemarks y Uvekas!
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