En los últimos días, hechos acaecidos en la Universidad Nacional Mayor De San Marcos han despertado el interés de los medios, y, por ende, el de la sociedad, por la práctica política, e ideológica, ejercida en el interior de la misma. Me refiero, por supuesto, a la manifestación hecha en los predios de las facultades de derecho, y ciencias sociales, de la universidad, por parte de simpatizantes del Movimiento Por La Amnistía Y Derechos Fundamentales.
Estos acontecimientos han despertado diversos comentarios, y análisis de connotados especialistas en el tema (por ejemplo, los, por demás, recomendables artículos de opinión de Sinesio López, y Rocío Silva Santisteban, publicados en el diario: La República, los días viernes 18, y domingo 20, respectivamente). Pero, también, han despertado, en amplios sectores de la sociedad peruana, viejos temores, y reacciones que lindan con lo que Flores Galindo llamó: la tradición autoritaria (entre ellas la de César Hildebrandt).
La manifestación promovida por el Movimiento Por La Amnistía Y Derechos Fundamentales (movimiento impulsado por Manuel Fajardo, y Alfredo Crespo, y que pretende ser el brazo político legal de lo que fue Sendero Luminoso) denota, en primer lugar, un problema estructural en la izquierda peruana: el anquilosamiento de los discursos. Este hecho se evidencia en el manejo, persistente, del discurso estalinista, y maoísta (discurso configurado en el imaginario político de un sector de la izquierda peruana, y que está relacionado con el discurso de Sendero Luminoso), y que, el mismo, todavía, se le considere como una posibilidad, o altenativa ideológica, a tomar en cuenta para la construcción de proyectos políticos (un problema planteado por este hecho es el porqué, en la actualidad, todavía persisten, consistentemente, en minoritarios sectores de la sociedad política, discursos ideológicos de tendencia estalinista, maoísta, o, para otros casos, patologías ideológicas como el neo fascismo, el fujimorismo, o el aprismo criollo del perro del hortelano. Problema, considero, que está relacionado con la imposibilidad de construir un proyecto político nacional, y, en consecuencia, con la falta de identidad, y de consciencia histórica -lo que explica, por ejemplo, que, un personaje de triste, indignante, y deleznable, recuerdo para la historia del Perú como Alan García Pérez, haya sido elegido presidente en el año 2006, o que exista la posibilidad de que Alex Kouri, y Keiko Fujimori, sean elegidos alcalde de Lima, y presidenta del Perú, en los años 2010, y 2011, respectivamente).
Una vez dicho esto, en segundo lugar, es necesario señalar que, estas personas, considero, no han cometido delito alguno.
Uno de los derechos fundamentales del hombre es la libertad de pensamiento, y expresión. Las personas pueden pensar, y expresarse, de acuerdo a lo que ellos piensen como correcto, o necesario. Las personas pueden pensar, expresarse, u optar políticamente, de manera libre. No se puede obligar a las personas a pensar de una determinada manera, u otra.
No se puede reprimir el libre pensamiento.
Por lo mismo considero que, estas personas (vinculadas al M.A.D.F.), tienen todo el derecho de pensar, y expresarse libremente. Así como lo tendrían, por ejemplo, los neo fascistas, o los fujimoristas.
No se les puede reprimir, ni coactar, su libertad (muy diferente hubiera sido el caso si, por ejemplo, estas personas, hubieran cometido actos de terrorismo - actos llevados a cabo por Sendero Luminoso, y las fuerzas armadas, en los años 80, e inicios de los 90- durante su manifestación en las instalaciones de la universidad).
Lo cual no significa que este pensamiento (nefasto para la historia política peruana, así como lo es el fujimorismo, el aprismo criollo del perro del hortelano, o lo podría ser el neo fascismo) no tenga que ser combatido ferozmente por intelectuales, políticos, y ciudadanía en general, en diferentes ámbitos de la sociedad.
Pero, el combate, es político, e ideológico.
Nunca se debe dar desde el autoritarismo, y la represión política, e ideológica. Nunca desde la miseria, y la podredumbre, del pensamiento único. Nunca desde la imposición totalitaria, y fascista.
Lamentablemente el terrorismo mediático (ejercido por el gobierno de turno, y los medios de comunicación), ha generado que, viejos miedos (miedo convertido en odio, racismo, y discriminación -como en el caso reciente de la Sra. Lori Berenson-, problemas propios de un país cuya realidad se asemeja a una pesadilla kafkiana) direccionen, nuevamente, a la sociedad peruana hacia ideas, y prácticas, autoritarias, propias del imaginario nacional.
LAET
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