¿Existe la necesidad de contar con muchos recursos para hacer cine en el Perú? ¿O podemos tomar una cámara cualquiera y, con mucha adrenalina y creatividad, tocar el tema que se nos venga en gana? ¿Es necesario tener un apellido como Garland o De Montreuil para captar recursos y tener acceso a un “circuito” que nos permita mostrar nuestras producciones? Pues creo que no. Creo firmemente que no. La tecnología que alcanzó a todos, el bajo costo de los materiales con los que se puede trabajar –razón para la primera razón-, el acceso relativamente fácil a la filmografía mundial que nos da la siempre vapuleada -y constantemente consumida- piratería polvoazulera, son elementos que nos pueden ayudar en la elaboración de una película. Pero todos esos elementos son nulos, inservibles, sino existe la materia prima: la imaginación y las ganas de la gente que quiere hacer un cine distinto.
El año pasado hubo varias muestras de cine independiente en Lima. Cine hecho con buenas ideas y con poco presupuesto. Cine que se sobrepone a las limitaciones que impone nuestra siempre en crisis economía, y la siempre en crisis capacidad de las autoridades que regulan nuestro ámbito de acción. Cine hecho a base de esfuerzos personales –tanto financieros como físicos- y que apela a la comunidad, a la confraternidad, que existe entre aquellas personas que tienen todas las ganas de mostrar al mundo que se puede hacer algo más con el cine peruano. Cine que trata de mostrar otra manera de ver el mundo, otra manera de entenderlo, de vivirlo y sufrirlo, otra manera de relatar lo que vemos en el violento diario de nuestra ciudad, y, por lo tanto, otra manera de filmarlo. Cine con valor, cine con energía, con fuerza. Cine con punche.
Nuestra experiencia es corta. Se basa en haber apoyado la realización de una 1era Muestra de Cine Limeño, desarrollada con el apoyo de la UTP e impulsada por el director del cineclub Ojos Abiertos, un joven director de cine, además de cinéfilo empedernido e inmisericorde como lo es Eduardo Quispe. En ella se planteó la necesidad de acercar más al nuevo cine peruano con el público. Acercar a un nuevo público las propuestas –nuevas e independientes- de jóvenes directores como Eduardo Quispe (“1” y “2”), Rafael Arévalo (“Alienados”) y Fernando Montenegro (“Encierro”). Rescato una frase de Eduardo Quispe al finalizar la proyección de “1” que dice más o menos así: “Si aunque sea una persona ve mi película y luego coge una cámara y comienza a grabar lo que sea, me sentiré contento”. Ese debe ser el objetivo de hacer cine en el Perú. Hacer que aunque sea uno de los asistentes a una película peruana salga con esa intención y la idea de decir “Yo también puedo”.
Las dificultades existen, pero las soluciones también.
¿Falta de presupuesto? Los directores, actores, colaboradores, amigos, enamorad@s, todos aportan con algo. Un dato adicional: ¡Fernando Montenegro hizo “Encierro” con 200 soles!
¿Falta de materiales? Hace unos años un grupo de jóvenes directores hizo una película con cámaras de celulares unidas por una estructura de metal, ahora las cámaras fotográficas manejan formatos de video de calidad suficiente como para filmar.
¿Falta de referencias cinematográficas que no sean los estándares comerciales de nuestra cartelera? Ahí están los cineclubs como el CAFAE, CCE, El Cinematógrafo de Barranco, Ojos Abiertos, Córnea, La Ventana Indiscreta, Cayetano Heredia, y muchos más, además de Polvos Azules y la Internet.
¿Falta de material humano? ¿Actores o actrices? Pues existe mucha calidad en los no muy conocidos talleres de teatros universitarios y de las propias comunidades. Y siempre están los amigos a los cuales poder sorprender o invitar a participar, como lo contó Eduardo Quispe al realizar “2”.
¿Falta de espacios para la proyección de las películas? Nuevamente, existen los cineclubs como el del CAFAE, en donde los viernes se proyectan nuevas producciones peruanas; el cineclub Ojos Abiertos de la UTP, donde el año pasado se realizó una 1era Muestra de Cine Limeño; o el cineclub Cayetano Heredia, donde se realizó el ciclo: ¿Un Nuevo Cine Peruano… ya existe?
¿Falta de publicidad? El mundo Blog es una herramienta poderosa en la que se puede difundir la producción independiente. La cinefilia no es patriota, La tetona de Fellini, Revista Godard!, Cinestesia Ensabap, Cinencuentro, The Lord of the Polvos, El Fisgón, Páginas del diario de Satán, etc. son páginas reconocidas por su calidad; y existen otras de gente nueva con todas las ganas de apoyar en esta lucha como Proyecto Lado B y Pasaje18.
En resumen, la falta de apoyo “oficial” o “institucional” no debería ser -y de hecho nunca lo ha sido- un obstáculo para que nuevos talentos –en el cine en este caso- se muestren y den al resto de la sociedad una lección de cómo hacer cine sin concesiones y con mucho, pero mucho punche. Los espacios hay que encontrarlos. Los tiempos tenemos que hacerlos. Los recursos buscarlos y tomarlos. Pero, ante todo, principalmente, esencialmente y sobretodo hay que tener imaginación. La frase bandera del Punk es precisa para este momento: ¡Hazlo tú mismo!
* La documentación sobre el debate acerca del nuevo cine peruano entra a
http://lacinefilianoespatr
Miguel Vargas
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